Una historia que acabo de inventarme -obviamente, basada en un caso real:
Un cliente llega a la cafetería del barrio. Pide una tostada y un café al dueño.El dueño se va a la cocina y le pide a los cocineros que hagan una tostada y un café con leche. Lo cocineros le preparan la dichosa tostada y el café.Sin embargo, el dueño tiene ansias de agradar al cliente e interpreta que "el quiere algo más" cuando ve la tostada y el café delante suyo. Como ha leído en un documental que lo "bueno" es la "cocina científica" de un tal Adriá, riñe a los camareros y les dice que tienen que hacer algo diferente.Los camareros no entienden nada. Han estado en otras cocinas y nunca le dieron nada diferente a un cliente que pedía CLARAMENTE una tostada y un café.El dueño, que no tiene ni idea de cómo funciona una cocina, se mete a trabajar con los camareros. Gracias a sus "aportaciones" la tostada se convierte en una especie de hojaldre quemado, untado en mantequilla y con tropezones de piña. El café no tiene mejor suerte.El dueño sale orgulloso de la cocina y le presenta al cliente su "tostada tropical con zumo de cafeto arábica".El cliente ha estado en buenos restaurantes y reconoce una chapuza cuando la ve, pero total, para qué va a quejarse por 2 euros que cuesta esa chapuza. Paga la tostada y el café y se lo lleva para tirarlo en la papelera más próxima. Nunca volvió a la cafetería.
Moraleja: si quieres vender cocina científica no montes una cafetería.
1 comment:
Y al revés. Cuantas veces han esperado la tostada tropical con zumo de cafeto arábica porque alguien les ha dicho que por dos euros pueden tenerlo....con un equipo de camareros (becarios y juniors) y un campingas.
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